miércoles, 2 de enero de 2008

Frívolos... y decadentes

Es hora del puto propósito de año nuevo. Que conste que a mí esta mierda me la sopla bastante, porque sé que no la cumplo, y es más, que en dos semanas se me olvidará, pero este año me he propuesto una cosa relativamente sencilla... NO MORE DRAMAS. He decidido que el 2008 será el año de la frivolidad (no confundamos frivolidad con superficialidad, por favor). Quiero extrapolar este propósito a mis compañeros de penurias más cercanos (mi oso y mi bollera favoritos xD), ya que últimamente los tres estamos bastante trágicos... Aunque bien pensado, me gusta la tragedia. Es teatral y fantástica y me recuerda siempre a los ojos de pestañas larguísimas de las actrices del cine de mudo. Bien, formulemos de nuevo la propuesta. Este año será el año de la frivolidad en la vida cotidiana, y de la tragedia y el exceso cuando haga falta y nos apetezca. Cómo me encanta... Me estoy imaginando en el despacho, con Tony y la desgraciá vestidos de años 20 (con mi vestido de Zara...), con tocados de plumas de marabú, fumando cigarros con boquilla larguísima y bailando charlestón mientras Ed toca la pianola en plan vodevil... ¡Qué estupendo!

¡Bueno basta ya!

Para dejar de lado mis trastornos paranoides y desviar la atención de mi grave problema mental, contaré un poco cómo fui mi fin de año. Efectivamente, me fui al pueblo, cené hasta casi morir de empacho, mi abuela volvió a asustarnos con sus tendencias suicidas (mucho más claras que las mías, a este paso...), y jugué con mis primos pequeños a las carreras con la nintendo ds. Hasta ahí todo normal. El jopo más grande de la noche fue como diez minutos antes de las uvas. Cuando encendimos la tele para ver las campanadas y vi ESO. Tengo una pregunta que lanzar al mundo y sobre todo a los putos estilistas de TVE... ¿¿qué cojones llevaba puesto Anne Igartiburu?? He estado investigando y no sé de quién será el vestidito dichoso que me está quitando el sueño... Alguien en vestuario debe odiar mucho a esa mujer... mucho, mucho... Con la de dinero que tendrán y se lo gastan en esa mierda. Me cago en todo. Además la tía estaba al borde de la criogenización en plan Walt Disney con el puto frío que haría en la Puerta del Sol.
En fins...
Bueno, después de las uvas, llega el momento de salir... que no me apetecía un carajo, pero fui al armario y al ver el vestido que tenía pensado ponerme me animé sólo de pensar en el proceso de arreglarme. Vestido blanco y negro de seda con estampado geométrico (bendito zara), medias tupidas negras, bolso negro de mano art decó, taconazos de charol de trece centímetros... Me miré al espejo y me falló algo... Me vi demasiado estudiada, muy peripuesta... y me puse a rebuscar por la casa algo que ponerme en el pelo. Encontré un pañuelo de gasa negro, me hice una coleta y me lo até encima, como en un desfile de chanel del año pasado. Pero el efecto era el mismo... así que me solté el pelo y me puse el pañuelo en la cabeza con un lazo a lo Minnie Mouse a un lado de la cabeza. Casual, naïve y underground, justo lo que buscaba. Bajé al bar del pueblo y nada más entrar, me pregunté, "¿para qué coño me he arreglado tanto?". Pero luego me respondí a mí misma "¡y lo bien que me lo he pasado, qué!".
Es raro estar en un bar en el que todo el mundo se conoce, desde pequeños además. Ves a tus compañeros del colegio, a tu pandilla enemiga de cuando tenías 12 años... pero lo más importante, ves a tu amor de juventud. Lo llamaremos Boho. Boho era amigo de mi hermana mayor, iba a clase con ella y tal, y es el primo de mi cuñado además. Pero a mi nunca me ha hecho ni puto caso. En el pueblo todo el mundo dice que es marica, porque es el típico bohemio que siempre está de viaje por Europa y que viste con corbatas finas y tirantes en plan mod... ¡qué mono! Tuve una absoluta regresión a la adolescencia nada más verlo. Comenté con todos mis amigos lo guapísimo que estaba, me ponía nerviosa cada vez que miraba hacia donde yo estaba, y cuando pasaba por mi lado y me rozaba porque el bar estaba lleno mis amigos me hacían señas vergonzosas mientras yo intentaba sentir su piel por debajo de las capas de ropa... ains, qué patetismo. Pero en cierto momento de la noche, Boho me miró y me sonrió, yo le sonreí también y él vino hacia mí. Yo ya tenía preparada mi mejor sonrisa, con una pose sofisticada a la vez que indiferente que traía ensayada de casa. Cuando le tuve enfrente le dije "¡Feliz año!" y me quedé esperando a que me diera dos besos... pero la vida no puede ser tan bonita "¡ah, claro, feliz año! ¿oye, tienes papel?" ¡¡Aaaaaaaaaaaargh!!Todo esto tiene una explicación bastante sencilla que ya expliqué en el otro post: copas a 3 €. Aunque por ser fin de año las subieron un poco, a 3,50 € (y tercios a 2€...). Me dejé poco más de 20 euros y agarré un ciego descomunal. Cuando pusieron una canción de the cardigans me subí a la tarima del DJ a bailar (adiós sofisticación...), le toqué el paquete a un amigo marica (yo no soy dada a estas cosas, por muy liberales que seamos todos, los genitales de cada uno son personales y privados) y calenté bailando a un par de amigos de la infancia... ¡qué tristeza! Cuando la noche empezaba a decaer y estaba a punto de irme, tuvo lugar un suceso trágico: una ZORRA me tiró una copa ENTERA en la espalda, hielos incluidos. Me di la vuelta y miré con cara de odio, pero la tía no se dio cuenta. Hacía frío con todo ese alcohol en la espalda, se me transparentaba todo el culo... así que me fui. Me acosté entre balbuceos... ¡mi vestido favorito! Hija de la gran puta...


Quiero decir que me encantan estos días previos a los reyes... ¿por qué? ¡Porque compro como una cerda! Compro los regalos de toda mi familia, porque ellos se aburren y yo soy feliz gastando dinero, aunque no sean regalos para mí (sobre todo si el dinero no es mío, eso ya es el no va más). El año que viene voy a montar mi propio negocio. Cobraré por horas y por un módico precio y una breve descripción de la persona a regalar, compraré regalos de reyes para todo el mundo. Haré mucho bien a la humanidad.


Bueno, ha llegado el momento que todos esperábamos... ¡el momento Perla! En esta edición ha estado muy reñido, así que he decidido entregar dos galardones
El premio Perla de Plata es para... ¡Méride por "aprovecha el shock"! (plas plas plas)
Lugar: despacho
Situación: contándole a la muchacha el drama de mi vestido soñado el otro día en el zara
Momentazo:
Ox (sollozando): y no me pude comprar el vestidooooooooooooo
Méride: tú eres tonta
Ox: es que mi hermana me dijo que íbamos para comprar el regalo de mi madre y no el mío y que no sé qué no sé cuántos...
Méride: pues tú en ese momento la dices "¡yo también voy a ser madre!", la dejas KO y mientras ella está en shock, coges el vestido, lo pagas y te vas
Ox: ¿ein?

Y el esperado premio Perla de Oro es para... ¡Personaje X, por "falta de higiene"!
Lugar: conversación telefónica entre X y yo
Situación: yo hablando de un jopo que me dio el otro día porque pasó caminando a mi lado una chica que olía como mi ex
Momentazo:
X: ¿pero a qué colonia olía?
Ox: no es una colonia, es un olor
X: ¿a qué? ¿¿a chocho mal lavao??
(Nota al pie: querida, no he querido incluir tu nombre para no perjudicar tu imagen, pero si reclamas el premio yo te pongo hasta nombre y apellidos =P)

No quiero despedir el post sin un momento homenaje a mi desgraciá. Gracias por "Semilla en la tierra", porque aunque cada vez que la escucho se me encoge aún un poco el estómago, ahora en lugar de pensar en ella, pensaré en ti por habérmela regalado. "Y cada uno en su camino va cantando, espantando sus penas...". Yo creo que llevamos ya un tiempo en el mismo camino. Yo espero no salirme de él en mucho tiempo



PD: mi última obsesión: conseguir entradas para el concierto de Babyshambles y engañar a alguien para ir conmigo

5 comentarios:

LA DESGRACIÁ dijo...

Venga, anda... que reclamo el premio. Que el Personaje X soy yo y que pedía anonimato porque me daba cosa perder el glamour que me envuelve...pero he recordado que de eso no tengo.

Me pondría sentimentaloide, pero es demasiado pronto. Por cierto, llegas tarde XD.

Un beso guapis.

SinMedida dijo...

Ya me olía [no sé si es muy apropiado utilizar ese verbo] que era la desgraciá...

Lucha por el vestido. Que la fuerza te acompañe [y no tu hermana].

Besitosss

PD: Eso sí, luego cuelgas foto.

Anónimo dijo...

Amor al consumo, odio a las guitarras, glamour, moda...

¿tanto has cambiado?

LA DESGRACIÁ dijo...

¿Ox? ¿Cambiar? Cambió su vida el día que me conoció, pero para bien, jur jur jur y de eso hace ya tantos años...

Anónimo dijo...

¡Dios Ox, yo pensé lo mismo con el vestido de Igartiburu! ¡Y no entiendo por qué todos los demás en el salón no entendieron mi estupefacción ante tamaño adefesio estético! Anonimo, a Ox siempre le ha encantado la moda y el glamour, al menos desde que la conozco, que ya va para varios añitos. Si en algún momento renegó, sería en esa etapa adolescente en la que perdemos la identidad y afirmamos rotundamente que somos más Heavys que nadie, cuando luego nos gusta OT y somos fans de la Fergó...

Besos Ox