Capítulo 3
¡Ay qué vergüenza! Anoche cuando mi Paco se durmió me fui al salón y me puse la película guarra del Canal Plus a ver si aprendía algo. Ay, yo no sé si voy a saber hacer eso, que mueven la lengua muy rápido… ¡Con lo fácil que es una pilila, que pa' dentro y ya está! Bueno, yo he decidido que primero la mano y la lengua ya la meteré más adelante
Así que esta mañana me he cortado las uñas bien cortitas y he tirado para el mercado. Al principio la verdad es que me ha dado un poco de vergüenza, pero cuando he visto la cara de contenta que se le ponía, yo he tirado para delante. Hay muchas cosas ahí abajo y me ha tenido que ayudar un poco, porque no me decidía entre meterme para dentro o quedarme donde el "clítoris" ese. Al final han sido las dos cosas. Yo creía que no iba muy bien, pero de repente me ha empezado a agarrar de la espalda y del pelo y de todas partes y se ha empezado a rebullir hasta que hemos acabado la faena
No sabía yo que me iba a sentar tan bien hacerle eso a una mujer. He llegado a casa más inflada que un pavo. Hasta mi Paco me ha dicho que si me pasaba algo… ay, me da un apuro mentirle… ¡pero a mí de esto no me quita nadie! ¡Que me quiten lo bailao!
Ahora que la alegría me ha durado poco, porque ha llegado mi mayor de clase con las notas y ha suspendido siete. Y encima Paco es que no le dice nada, porque le tiene de un mimado… Y lo que yo digo es, pero siete… ¿¿de cuántas??